Mucho avance sí, ¿y qué?
Hace unos meses, fui al hospital por unas pruebas de la alergia. Era por la mañana y en la sala de espera abundaban abueletes. Siempre me llevo algunos apuntes para ir estudiando o esperar que mediante ósmosis pasen los conocimientos a mi, aunque siempre acabo estudiando a la gente de alrededor. Pues, en ello estaba cuando entró un señor mayor de esos que me "dan mucha ternura", que se te encoge el corazón al verlos. Tenía la cara morena, con manchas del sol y se podría decir que era "un hombre a una nariz pegado". Andaba lentamente al estilo del abogado George de 'Los aristogatos', y su ropa del siglo pasado. "Curioso personaje"- pensé yo. Ahora resulta que somos tan modernos que en lugar de dar en Secretaría la tarjeta y luego que vayan llamando hay una máquina en la que introduces la tarjeta y se imprime un número, y encima hay una pantalla en la que van apareciendo los números de los pacientes y la sala en la que les toca. Al más estilo ...