Suspenso en vivir
Hace tiempo escribí una entrada que titulé "Cuando tu colegio se parece a España". Supongo que no hace falta explicar qué crítica hacía a mi centro escolar. Mi colegio, que me ha visto crecer (más en mi interior que en altura) desde que con 3 años empezara mis andanzas por Primero de Infantil, hasta hoy. Y en poco más de un mes se termina. Quién lo diría. Se hará raro el no ver todas las mañanas las mismas caras, y más raro cuando, pasen 10, 15 o 25 años, y te encuentres con alguno de tus antiguos compañeros por la calle y caigas en la cuenta de lo rápido que pasa el tiempo. Aún así, ya va siendo hora de salir de estas cuatro paredes en las que se respiran falsos consejos y lecciones sobre lo que nos espera en la siguiente etapa. Las tan típicas charlas que empiezan con un "cuando lleguéis a la Universidad..." que por más preguntas a universitarios que haces, no encuentras en qué universidad pudieron basarse tus profesores para la creación de tales serm...