El feminismo degradado
El feminismo no es nada moderno ni novedoso. Es una lucha
que nació muchas primaveras atrás. Fue, en sus comienzos, concebido como un
movimiento liberador que buscaba la igualdad y justicia de sexo, que no de
género, puesto que en esa época los seres vivos aún tenían sexo y no género.
Como indica el hombre del sillón en El despertar de la señorita Prim refiriéndose a la evolución del
feminismo : "La estupidez, definitivamente, llegó bastante después".
Las que ocupan portadas de periódicos autodenominándose feministas,
no lo son. Ni por asomo. Se ha dejado de lado esa meta que no solo era común a
todas las mujeres si no a cualquier hombre. Ahora se trata de una lucha
individualista en la que el odio personal se manifiesta en sus actos, pero
¿acaso defienden algo?
¿Dónde han quedado las mujeres comprometidas con el
feminismo? Las mismas radicales tachan al resto de mujeres de convencionales y
conformistas. Sin embargo, analizando la situación veríamos cómo se han
confundido los papeles por culpa, en parte, de la actividad mediática y lo que
interesa enfocar.
Son feministas las mujeres que, día a día, se enfrentan a la
sociedad y consiguen, con sudor y lágrimas, avanzar en su carrera profesional allanando
el camino en el que sus hijas andarán mañana. Feministas son las madres de
familia que todos los días están al pie del cañón sacando adelante a su familia
y feministas son también, los padres que enseñan con su ejemplo cómo las
responsabilidades de la casa y del cuidado y educación de los hijos son tarea
de ambos, hombre y mujer.
El feminismo para ser eficaz necesita de mujeres formadas
capaces de rebatir y defender sus derechos. El feminismo para ser eficaz no
necesita desnudarse y pintarse en el cuerpo sus quejas e insultos. El feminismo
necesita limpiar su nombre y volver al cauce que desemboca en el triunfo de la
sociedad justa.
Parece que, a esas jóvenes medio en pelotas que se lanzan
contra políticos o irrumpen en celebraciones religiosas no aprendieron nunca
nada de historia y, no tuvieron la suficiente curiosidad de buscar ejemplos de
verdadera lucha pacífica. No parece que se les haya enseñado a hablar, dialogar
o argumentar. Solo saben gritar.
Se han olvidado de representar al resto de mujeres. Solo se
representan a ellas mismas. Que se busquen otro nombre, porque feminismo desde
luego no es lo que defienden.
Viva la mujer respetada, que respeta y se respeta. Viva la
justicia.
Totalmente de acuerdo,impresionante
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